Los riesgos de Internet a los 13 años
Dado que las relaciones humanas se han trasladado en gran parte desde la calle a Internet, también es en la red donde tienen lugar los fenómenos de acoso, coacción, maltrato psíquico y abusos que pueden sufrir los adolescentes que empiezan a navegar en tan delicada etapa de la vida. Todo puede empezar con un primer ´ligue´ a través de la web y lo que parece que va a ser una divertida aventura acaba convirtiéndose en una pesadilla que puede traumatizar para siempre al joven.
La Guardia Civil de Sant Antoni –que cubre este municipio, el de Sant Josep y el de Sant Joan– ha iniciado un ciclo de charlas en colegios de Primaria y en institutos de Secundaria para explicar directamente a los estudiantes los peligros que pueden encontrarse al entablar relaciones con desconocidos a través de Internet.
El guardia civil Fernando Gandía explicó ayer por la tarde en el instituto Quartó de Portmany ante jóvenes, padres y profesores las tres principales amenazas que representa la red.
La primera de ellas es el cyberbulling, que se produce tanto a través del ordenador como de los móviles que pueden conectarse a Internet. Consiste en malos tratos físicos o psíquicos a un chaval que son grabados en vídeo y luego se cuelgan en la red para humillar aún más a la víctima de esta situación. Este tipo de ataques «suponen que toda la clase se entera de esa humillación». En situaciones extremas «se llega a producir el suicidio; ha habido casos», afirma este guardia del puesto de Sant Antoni, que sigue el ciclo iniciado en Navidad en Santa Eulària por miembros de la Benemérita llegados desde Palma.
Otro de los fenómenos que escucharon ayer los chavales y algunos profesores de este instituto es el grooming, «que es la forma en que el pederasta inicia sus contactos para captar a menores a través de Internet», señaló el conferenciante. «Mediante estos contactos tratan de ganarse la confianza del adolescente para poder quedar con él y mantener contactos sexuales», añade. Estos casos pueden verse acompañados de extorsión, que se producen cuando el pederasta, que tal vez ha logrado ya que el adolescente le haya enviado fotos o vídeos íntimos, le amenaza con divulgarlos si no sigue enviándole más.
Finalmente, el sexting representa otra variante de extorsión, que suele producirse cuando una pareja de chicos rompe sus relaciones y uno de los integrantes de la pareja hace chantaje al otro amenazando con divulgar imágenes íntimas que hubieran tomado durante su relación.
El guardia dejó claro ante los jóvenes del instituto Quartó de Portmany que quien comete este tipo de abusos «acaba siendo pillado» y, además, «no por ser un menor deja de tener responsabilidad: acaba ante un tribunal» y le esperan sanciones.
El consejo que dio a los jóvenes es que no se fíen de los desconocidos con los que contactan a través de Facebook u otras redes sociales, y que eviten ofrecer datos concretos y demasiado personales de sí mismos.
Confianza padres-hijos
El papel de los padres es fundamental, dado que «ha de haber una relación de confianza» con los hijos para poder abordar abiertamente y sin autoritarismos las dudas, inquietudes y miedos que puedan tener los chavales, especialmente si se encuentran ya sufriendo uno de estos episodios. «No hay que prohibirles Internet, pues es una gran biblioteca, pero sí hay que actuar precavidos», explicó el conferenciante, que aconsejó que a esas edades el uso del ordenador por los hijos se haga «en espacios comunes». También llamó la atención sobre los casos en que los adolescentes ocultan lo que están mirando en la pantalla cuando se ven sorprendidos por los padres, pues ese gesto puede ser indicio de prácticas peligrosas.
Asimismo, el papel de los profesores es importante a la hora de «detectar comportamientos» y comunicárselo a los padres.
Fuente: diariodeibiza.es {jcomments on}