Los niños empiezan a hacer «sexting» a través del móvil a los 6 años

En la Mobile Week de Galicia se trató el tema de los huérfanos digitales. Precisamente, del uso que los jóvenes hacen de sus smartphones y otros dispositivos conectados a Internet habló en la sesión vespertina Luis Fernando Villar Santos, formador de la Guardia Civil para el Plan Mayor Seguridad del Ministerio del Interior. «Tenemos la tecnología en un dedo, a un clic. Y evoluciona muy rápido, Instagram no existía hace diez años», explicó. Alertó de que «cuando un adolescente tiene un problema con el sexting [envío de imágenes y mensajes sexuales a través de las redes sociales], para él la tecnología se convierte en una bomba atómica que puede destruir su vida». 

Villar lamentó que no se enseñe a los niños qué es la tecnología y los riesgos que entraña; o que cuando sean víctimas de una relación anómala no lo comuniquen automáticamente a los adultos (puso el ejemplo de la chica de 13 años secuestrada esta semana en Madrid durante varias horas por un adulto). También censuró conductas muy extendidas entre los menores como tener varias cuentas de Instagram, la oficial y las fake o falsas, con las que acosan o insultan. «No son nativos digitales, son huérfanos digitales», dijo, y exhortó a educar para prepararlos y protegerlos, y a aumentar su capacitación digital.

La socióloga Ana Gálvez (https://www.pantallasamigas.net) dio algunos datos escalofriantes sobre el sexting: hay niños que empiezan con 6-7 años; hasta los 16 lo practican un 35 % de los menores, y de 16 a 18 años un 55 %. «Enviar fotos íntimas a otra persona no es delito, pero sí un riesgo -indicó Gálvez-. Cuando lo haces ya no tienes control de esa foto. Genera ciberbullyng, porno vengativo y en algunos casos acaba en suicidio».

También habló de las nuevas formas de ciberviolencia de género, como escuchar canciones machistas, el sextorsion (chantaje con fines sexuales) o el control y condicionamiento de las relaciones y la vida social on-line, que la mitad de los adolescentes asocian al amor romántico.

Por su parte Carlos Pérez Saldaña, responsable Seguridad de la Información en Abanca, abordó el fraude electrónico en la era de la cuarta revolución industrial. El más común es el SCAM o fraude telemático, que se apoya en la ingeniería social para manipular a las personas con un fin económico. «Tenemos la tendencia natural a confiar, Kevin Mitnick [uno de los hackers más famosos] decía que ‘es más sencillo conseguir una contraseña mediante ingeniería social que vulnerando un sistema». Las ‘cartas nigerianas’», las tiendas fraudulentas, las falsas ofertas de empleo o el phising (conseguir información confidencial por medio de webs o email falsos) son algunas de las estafas digitales más comunes.

Fuente: La voz de Galicia