La «tele canguro» y el acceso a través de Internet, retos para los padres
Utilizar la «tele» como «canguro» para tener entretenidos a los hijos y que no molesten es uno de los fenómenos que algunas familias intentan combatir en un contexto, además, en el que la integración de Internet a la televisión es un reto para los padres que se preocupan por controlar los contenidos.
Estos factores figuran entre los que se analizan en un taller dirigido a padres y madres e impartido en el Centro de Apoyo a la Familia de Majadahonda, perteneciente a la Consejería de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid.
Expertos y familias participan en estas charlas, en la que los padres exponen sus temores al uso o abuso de la televisión y donde aquellos dan algunas pautas de comportamiento.
«La televisión, de aquí a dos años, va a dejar de ser lo que conocemos y quedará abierta a todos los contenidos de Internet», afirma María Tobalina, de la Asociación de Telespectadores y Radioyentes de Madrid (ATR) y que anima a los progenitores a informarse sobre las herramientas de control parental existentes.
Esther Domínguez es madre de seis hijos varones, de edades comprendidas entre los dos y dieciséis años a quien le gustan ver los programas que visualizan sus hijos: «tú puedes estar dándoles unos valores en casa que no son coherentes con los valores que transmite la serie que ven por la televisión».
En este contexto, Tobalina califica de error «utilizar la televisión como canguro y para que el niño no moleste», porque el menor «no tiene capacidad de dosificarse y adopta esta práctica como una rutina».
La clave pasa por «la comunicación, buscar puntos en común y reflexionar con los hijos sobre lo que están viendo».
Domínguez coincide con la experta en aprovechar la visión conjunta de contenidos audiovisuales como una «excusa para comunicarse con ellos y para argumentar sobre lo que es positivo y negativo».
El principal obstáculo al que se enfrentan los progenitores es la brecha digital que les separa de sus hijos respecto al manejo de las nuevas tecnologías: «Como progenitor te sientes totalmente anulado y no tienes forma de saber controlar, porque tu hijo puede manejar mejor un smartphone», explica Tobalina.
Los asistentes al taller, que se repite periódicamente, discuten sobre si, ante este nuevo reto, es mejor informarse y adentrarse en el universo online para poder proteger a sus hijos o fomentar que realicen otras actividades de ocio, como jugar al fútbol o apuntarse a un grupo de BoyScouts: «Los días sin tecnología también existen», dice la representante de la ATR.
Esta asociación impulsa el proyecto ‘Aprender a mirar’, que se desarrolla en los colegios para que los niños y adolescentes «sean conscientes de lo que ven, los valores que aprenden o por qué les gustan determinado tipo de contenidos».
Además, señala a los padres y madres asistentes unas páginas que clasifican desde una perspectiva crítica los contenidos infantiles y juveniles, como Contraste (http://taconline.net/col/es), CommonSense Media (http://www.commonsensemedia.org/) o TVInfancia (www.tvinfancia.es).
En esta última, además, se puede denunciar al Ministerio de Industria cualquier contenido que se considere inadecuado para los menores y que se emita en horario protegido.
Pese a que «uno de cada tres niños tiene tele en su cuarto», según la experta, los avances tecnológicos propiciados por el desarrollo de Internet han impulsado la aparición de servicios y plataformas que han generalizado la tendencia de consumir contenidos audiovisuales de forma individualizada.
Antonia Almodóvar, que asiste al taller, tiene un hijo de diecisiete años que «consume televisión de manera individual» ya que «desde los doce años, tiene su portátil», algo que, según ella, le ha aislado porque «la comunicación a través de estos medios no es más enriquecedora; sí amplía el alcance y el radio de acción, pero al mismo tiempo corta la comunicación con los más allegados».
«Me gustaría volver a ver películas juntos o a comentar cosas de actualidad, pero de esta manera veo que no; entiendo que es una edad crítica, en la que quizá otras relaciones sean más apetecibles que las personas de la familia», añade Almodóvar.
Fuente: abc.es {jcomments on}