Proteccion de menores en Internet

Expertos recomiendan que los adultos co-gestionen los perfiles de los menores en redes sociales

Dos expertos en delincuencia tecnológica recomiendan en un libro que los adultos colaboren con los menores de edad en la gestión de sus perfiles en las redes sociales. Además, estos policías, Oliver Tauste y Pere Cervantes, desaconsejan que los chavales dispongan «de un ordenador y conexión a internet en sus propias habitaciones o en estancias aisladas de la casa donde sea difícil ver qué hacen».

Según indican en Tranki pap@s, publicado recientemente por la editorial Oniro, «lo adecuado» sería instalar este aparato «en una zona común, de paso». A su entender, se trataría de una buena forma de impedir que los chicos «tengan la privacidad necesaria para usar las webcams u otros dispositivos» incorrectamente.

Los autores explicitan su intención en el subtítulo del manual: «Cómo evitar que tus hijos corran riesgos en Internet». Para ello, atribuyen una elevada responsabilidad a los padres, y aún más en lo referido a páginas como Facebook o Tuenti y a servicios como los chats.

Cervantes y Tauste, que entre otras actividades han participado en operaciones contra la distribución de pornografía infantil, ven las redes como «una ventana abierta al resto del mundo para que cualquiera sepa más cosas de nosotros». Por eso, le preguntan al lector: «¿Le darías los datos de identidad de tu hij@ a cualquier desconocido? ¿Pondrías fotografías de tus hij@s en cualquier lugar a la vista de cualquier persona?».

«Podemos imaginar la gran cantidad de respuestas», escriben. Sin embargo, argumentan que el hecho de que estos espacios de relación sean tan populares «puede hacer que no se perciban sus peligros potenciales y, por tanto, no se adopten unas medidas de seguridad básicas». Así, cuando se dirigen a los jóvenes, les dicen claramente: «Pídeles a tus padres, hermanos o algún otro familiar que te ayuden a crear tu perfil».

Igualmente proponen que los mayores supervisen sus datos y las imágenes que difunden por la web. Como estos especialistas no ignoran que los muchachos pueden conectarse desde otras máquinas «fuera de nuestro alcance y control» o desde sus smartphones, les sugieren a los progenitores «completar» estas medidas con «el establecimiento de normas» y con «el diálogo».

En Tranki pap@s no se eluden ciertas preguntas incómodas. Por ejemplo, la que se refiere al tiempo de consumo digital por parte de los niños. Tauste, profesor en cursos sobre delitos contra la propiedad intelectual e industrial, y Cervantes, que ha sido observador de paz en las misiones de Kosovo y Bosnia para las Naciones Unidas y la Unión Europea, concluyen en este aspecto que si un adolescente «pasa más de tres horas al día» en las redes sociales, «fuera del ámbito escolar», hay que poner «ojo avizor, ya que podríamos estar hablando de una ciberadicción».

«Aunque son casos minoritarios –añaden en su libro–, pensamos que no está de más mencionarlos, puesto que el incremento del número de niñ@s que visitan las consultas de los psicólogos» por culpa de este problema «es una realidad».

Un estudio del Pew Internet & American Life Project acerca de los jóvenes estadounidenses señala que actualmente son «súper comunicadores» que emplean cada herramienta dependiendo de su conveniencia y que «destacan sobre todo por la frecuencia de utilización de los teléfonos móviles, la mensajería instantánea y las redes sociales».

Pues bien, los agentes insisten en que hay que estar al corriente de las páginas que eligen los chicos, por qué lo hacen y qué información les solicitan allí. Las familias deben preocuparse «por saber qué amigos han agregado» sus hijos. Su obligación es interesarse por cada nuevo contacto: «quién es, de qué lo conoce, cómo se llama y qué edad tiene».

Fuente: lavanguardia.com {jcomments on}