Proteccion de menores en Internet

En las redes sociales, la privacidad cede ante el deseo de ser popular

Con total naturalidad, los adolescentes entran y salen del mundo real al on line de blogs y redes sociales. Pero lejos de enfrascarse y aislarse, en este segundo plano los jóvenes se comunican con sus amigos, producen contenidos y construyen su identidad. Así lo explica la especialista Roxana Morduchowicz en el libro de reciente aparición «Los adolescentes y las redes sociales. La construcción de la identidad juvenil en internet» (Fondo de Cultura Económica), texto que ayuda a entender los usos, relaciones y lazos que se edifican a través de la red. Y donde advierte que en pos de ser «populares», en los chicos «la noción de privacidad cede ante el deseo de ser popular».

Los peligros y miedos de los adultos respecto de los datos que los adolescentes suben a la web también son analizados por Morduchowicz, quien es la responsable del Programa Escuela y Medios del Ministerio de Educación de la Nación.

Propone evitar caer en simplificaciones, y en su lugar invita a comprender por qué los chicos suben su privacidad a las redes sociales. «Esto se debe _explica_ a que la popularidad es un valor fundamental: tener muchos amigos es prioritario para esta etapa de la vida».

Según dice, así como los medios muchas veces caen en la demonización de mostrar a los jóvenes sólo vinculados a las drogas y la violencia, también existe cierta mirada negativa sobre los usos de la web. Y por eso declara en el libro que «internet no sustituye las relaciones familiares ni las historias de amor, ni ninguna otras forma de sociabilidad tradicional», sino que por el contrario las refuerzan.

—Así como usted habla de una mirada negativa de adolescente que muestran los medios, ¿existe un estereotipo sobre la relación de los jóvenes con las redes sociales?

—En general, los adultos están preocupados por el vínculo que establecen los chicos y adolescentes con las redes sociales. En especial por aquello que suben —texto e imágenes— y que a veces puede ser íntimo y privado. Con frecuencia, incluyen en su perfil su nombre y apellido, la escuela a la que asisten, sus horarios habituales, fotos de su casa o de ellos mismos. Y esto, obviamente, preocupa a los adultos. Es necesario comprender por qué los chicos suben su privacidad a la web. Esto se debe a que la popularidad es un valor fundamental: tener muchos amigos es prioritario para esta etapa de la vida. Y si para tener amigos es «necesario» que den informaciones más personales, lo hacen. La noción de privacidad cede ante el deseo de ser popular.

—¿Qué importancia tiene para los chicos el «ser visible» a través de las nuevas tecnologías?

—Es sumamente importante. Ver y ser visto es esencial para los adolescentes. Y las tecnologías les dan esa posibilidad. «Nos vemos en Facebook» suelen decir. Y para ellos —tal como los adultos de hoy se ven en un café— verse, es verse en la web.

Privacidad.

Sin embargo, y en pos de construir esa nueva sociabilidad juvenil, la autora explica que muchas veces en el mundo adolescente la esfera privada «sucumbe ante el deseo de ser popular».

De allí que si bien sean sus amigos la audiencia que ellos se imaginan como destinatarios únicos del posteo de sus escritos y fotos, no tienen en cuenta los riesgos de quedar expuestos a internautas desconocidos. Es entonces donde para Morduchowicz cobra relevancia la figura atenta de padres y docentes, para orientar a los chicos en este proceso, pero sin caer en la prohibición.

—¿Qué deben hacer los padres ante los peligros y miedos que tienen por la publicación de contenidos privados en la web?

—Es fundamental que los adultos de la casa dialoguen con los chicos sobre los usos que hacen de internet y les expliquen por qué no es conveniente subir determinada información a la web. Si bien existen filtros y bloqueadores nada reemplaza el diálogo. Estar al tanto de los usos que hacen los chicos de Internet. No se trata de controlar el perfil de los adolescentes en las redes sociales. Simplemente de saber —teniéndole confianza a los chicos— si aquellos con quienes chatean son conocidos de la escuela, del barrio, del club. Y explicarles lo importante que es no encontrarse solos y personalmente con gente que hayan conocido en la web, además de que internet es un espacio público y que lo que suben puede ser leído y utilizado por gente que uno no conoce.

—Si los adolescentes usan las redes para construir su identidad y comunicarse, ¿pueden los padres prohibir el uso de las redes a sus hijos?

—No se puede ni se debe prohibir el uso de las redes sociales. Esto está muy claro si el chico tiene más de 14 años, porque las redes sociales tienen como norma no admitir a menores de 14. Pero muchos niños falsean su edad y construyen su perfil. Esto es difícil de controlar. En relación a los padres, una vez más, lo fundamental es el diálogo. Explicarles y armar un código familiar consensuado sobre el uso seguro y responsable de internet. Por ejemplo incluir premisas como «nadie puede subir información privada a la web; nadie puede encontrarse personalmente con gente que haya conocido en internet», etcétera.

—¿Cree que la escuela y sus docentes están ajenos a este mundo on line de sus alumnos?

—Afortunadamente cada vez hay más conciencia entre los docentes de la importancia de la utilización de las tecnologías como parte del proceso educativo. De hecho las netbooks entregadas en el marco del Plan Conectar Igualdad han permitido una presencia mayor de las computadoras en la escuela. Siempre es necesario fortalecer el diálogo con los chicos sobre los riesgos que puede ocasionar un uso no seguro o no responsable de internet. Esto nunca está demás. Encontrar un espacio para esta reflexión en la escuela es fundamental.

Fuente: lacapital.com.ar {jcomments on}