Menores y redes sociales: Los peligros de la Red. Los famosos ‘-ing’
El primer paso que debemos dar para minimizar los riesgos es conocer a qué se exponen los menores cuando entran en la Red. Estas son las tres palabras de moda entre los ciberdelitos contra menores. Mañana, en un nuevo post, trataremos de ver algunas pautas para combatirlas:
SEXTING: Básicamente, hacerse fotos eróticas y colgarlas en las redes sociales o enviarlas a través del móvil. El Instituto de Tecnologías de la Comunicación (INTECO) afirma en un estudio que
En España, un 4% de los menores entre 10 y 16 años dice haberse hecho a sí mismos fotos o vídeos en una postura sexy (no necesariamente desnudos ni eróticas) utilizando el teléfono móvil
Esta ‘travesura’ o ‘atrevimiento’ puede tener un efecto devastador. No solo porque se puede multiplicar su difusión, con lo que termina por caer en manos a las que no iba dirigida. Lo peor es que hay quien utiliza ese material para llegar al siguiente ‘-ing’.
GROOMING: es el acoso sexual de adultos a menores utilizando las redes sociales. El primer paso lo dan utilizando esa imagen o vídeo erótico del menor que ha conseguido previamente, a veces mediante perfiles falsos. El último caso conocido, el de un acosador de Orense, es paradigmático. Uno de los mensajes que envió al menor fue el siguiente, según ABC.es
«Tekiero ber al lado del parque del colegio a ti solo a las 17.00. Te quedó claro? Si no, les enseño el vídeo a tus padres. Me entiendes?».
CIBERBULLYING: Es el acoso a través de Internet, pero sin fines sexuales en este caso. “Pantallas Amigas” lo define así en esta “Guía rápida para padres”
Es el uso de medios telemáticos (Internet, telefonía móvil, videojuegos conectados on- line…) para ejercer el acoso psicológico entre iguales. Se excluye el acoso o abuso de índole estrictamente sexual y los casos en los que intervienen personas adultas.
Las formas de ejercer este acoso cibernético son muy variadas, desde usurpar un perfil para que el sujeto acosado sea objeto de burla hasta enviar mensajes amenazantes.
Fuente: elnortedecastilla.es {jcomments on}